jueves, 19 de febrero de 2015
Miércoles lluvioso
Ayer miércoles 18 fui a entrenar y fue una hermosa clase, iba para hacer telas por que creí que iba a recuperar la clase de trapecio el sábado, pero Madru me dijo al final que no iba a dar clases los sábados, igual por si las dudas me llevé las vendas para los pies, suerte que las llevé por que terminamos haciendo todos trapecio, por que Agus se fue al sur de vacaciones y dejó a Mai como suplente para dar las clases. Salí algo tarde de de casa por que estaba lloviendo muy fuerte, y una vez que paró un poco me fui para el club. El colectivo por suerte no tardó en llegar, estaba entre tomar el 177 o el 318 que estaba atrás, y me tomé el 318, me atrevo a decir que fue un gran error, encima el piso estaba mojado y casi me caigo por que las zapatillas que me puse estaban medias gastadas jaja. El viaje fue dentro de todo rápido por que no había tanta gente por la lluvia, pero una vez que llegamos al paso nivel de Amenedo estuvimos como 10 minutos esperando por que la barrera estaba baja y el tren tardó demasiado en pasar, pasaron como tres hasta que pudimos pasar, una vez que subieron la barrera el colectivo pasó y me baje en la estación, saqué el boleto, lo picaron, subí al anden, y por suerte estaba llegando el tren, y como tenía hambre me compré turrones en el kiosco que está en el anden, de pura casualidad que encontré plata en el monedero que por arte de magia estaba en el bolillo de la mochila, compré tres, riquísimos. Llegó el tren y me senté del lado de la ventana mientras comía el turrón, y una vez que cerraron las puertas y arrancó empezó a andar a paso tortuga, sobre que ya estaba llegando tarde por salir tarde el tren iba lentísimo, era para matar a alguien, igual creo que estaba bien, estaba todo mojado por la lluvia, creo, realmente no sé si eso afecta a las vías, y para colmo se frenó en medio de la nada y ahí se quedó como por un minuto más o menos, después de eso por suerte después empezó a ir más rápido y llegamos por fin a Temperley, y así hasta Banfield. Una vez ahí salí de la estación y me fui caminando hasta el club, son ocho cuadras de la estación de Banfield hasta el club, las ocho cuadras más largas del mundo cuando estás apurada, y a eso sumemosle el piso mojado y mis zapatillas ya viejas, me resbale casi todo el camino hasta el club. Nota mental, jamás volver a usar esas zapatillas en días lluviosos. Por suerte llegué viva al Defe, fui a la cancha donde entrenamos, me encontré con Madru, Mai, Caro, Toia que había vuelto de sus vacaciones, una chica nueva que se llama Agustina, y el grupo de danza aérea que ya se iba. Me fui a cambiar, me puse la ropa para entrenar, y esperamos un cachito para ver si llegaba más gente, pero como no lo llegó nadie empezamos la clase. Empezamos corriendo un poco, las clásicas rodillas al pecho, talones a la cola, trote lateral hacia adentro y hacia afuera, toco el piso y salto en extensión, toco el piso y sato con medio giro y después con giro completo, y por último trote normal toco el piso y picadas; todo bien, y me mató jaja, no me disgusta correr, pero como no tengo resistencia y no sé respirar me mata y después me duele la garganta, para calmar un poco el pulso nos pusimos a hacer otras cosas, entre ellas abdominales, espinales, oblicuos y flexiones de brazos, me costó todo un poco, no sé si era por la falta de mi segundo aire, que todavía no había llegado jaja, por la contractura de la espalda, estaba en mis días femeninos o simplemente no era mi día. Alexis, un chico nuevo que empezó hace poco a entrenar con nosotros llegó tarde, creo que llegó justo para los abdominales. Cuando llegamos a las flexiones de brazos, después de correr, fue la segunda muerte mortal del día, ¡por Dios me temblaban los brazos!, eran las flexiones de brazos más tristes que hice en mucho tiempo, fueron como cuando empecé a entrenar, que no había diferencia de entre los brazos extendidos y la flexión jaja; ni siquiera con la ayuda de Toia podía hacerlas, fue todo muy frustrante, por que pensé que después no iba a poder subir al trapecio, por que ni levantarlos podía jaja. De todas formas logré hacer todos los ejercicios :D y por fortuna Madru nos hizo elongar mucho los brazos, y por fin llegó el segundo aire jaja, después de elongar bien comenzó la clase y todos decidieron hacer trapecio. Comenzamos con unos hombritos y balanceos de manos y de corvas, unos rebotecitos de corvas y retorcidas, y con eso terminó el entrenamiento en el elemento. Como los que iban a hacer telas hicieron trape, Madru me pidió que les muestre un par de cosas fáciles para hacer, y de paso las practicaba yo otra vez, arco sirena - pie mano - pie mano, ventana (para ambos lados). La primera vez que hago un arco sirena con las piernas estiradas, desde la muestra de agosto del año pasado que no puedo hacer un arco sirena así, y realmente me puso muy feliz poder hacerlo. Para Mai y para mi, Madru nos dio otra tareita, paloma - pie mano, muy lindo, algo doloroso, pero lindo, y después probamos empeines en el trape bajo, para ver qué onda la altura, si entraba bien para hacer escapes de empeines, y quería que hiciera flecha y de ahí escapar, el cual me negué, por que me daba miedo xd, y como para empezar hicimos escapes a empeines comunes, hice dos, los empeines me dolían al punto de que sentía cómo latían, y luego de tomar el coraje necesario me anime a hacerlo con flecha, Madru me ayudó y me agarró de las manos para cuidarme. Primer intento, fallido, la cola no me dejó escapar jaja se me quedó trabada en la barra, después de forcejear un poco pude escapar y no fue la gran cosa, ahora ya no me da miedo y esa sensación extraña en la espalda, sólo el miedo de caerme y lastimarme. Segundo intento, igual que el anterior, sólo que esta vez me concentré en sacar la cola de la barra y no en los pies y cuando logré sacar la cola y escapar no trabé el pie en el empate del trape y me caí al colchón y Madru seguía agarrándome de los brazos, todos se reían, yo también, fue gracioso. Después de eso elongamos, acomodamos los colchones, me cambié, y nos fuimos, y otra vez a caminar las ocho cuadras hasta la estación, que se pasaron re rápidas por que íbamos hablando tranqui. Llegamos a la estación, saludamos a Madru que se fue para el otro lado de la estción y, a Caro que se fue en el primer tren que llegó, y me quedé con Alexis esperando el de Glew o A. Korn, que tardó tres trenes más en llegar, pero por suerte llegó, nos subimos, y fuimos felices. Llegué a Adro, me tomé el 318 en la parada de la estación, y llegó bastante rápido a casa, por suerte. Una vez en casa cené, me bañé y a la cama, aunque me desvelé un poco. En fin fue un día tranqui, pero un lindo día que disfruté mucho, terminé con los pies morados, con el cuerpo todo duro y moretones en las piernas, pero no hay nada más lindo que ver el fruto del esfuerzo en lo que uno hace, por más que esas marca esté en mi ja!
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